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TODO ACERCA DE ESTE SÍNDROME...

 

Es un trastorno neuropsiquiátrico en el que la gente tiene la creencia delirante de que están muertos , están podridas, o han perdido su sangre u órganos internos. En algunos casos el paciente se cree incapaz de morir. Los pacientes llegan a creer que sus órganos internos han paralizado toda función, que sus intestinos no funcionan, que su corazón no late, que no tienen nervios, ni sangre ni cerebro e incluso que se están pudriendo, llegando a presentar algunas alucinaciones olfativas que confirman su delirio (olores desagradables, como a carne en putrefacción), inclusive pueden llegar a decir que tienen gusanos deslizándose sobre su piel.

 

Está enfermedad recibe su nombre de Jules Cotard, quien fue un neurólogo francés descubridor de este síndrome al que denomino le délire de négation (delirio de negación), en una conferencia en París en el año 1880. En dicha conferencia, Cotard describió el caso de una paciente, a la que dio el apodo de Mademoiselle X, que negaba la existencia de Dios y el diablo, así como de diversas partes de su cuerpo y de la necesidad de nutrirse. Más adelante, creía que estaba eternamente condenada y que ya no podría morir de una forma natural.

 

En sus formas más complejas el paciente llega a defender la idea de que en realidad él mismo está muerto e incluso que han fallecido personas allegadas a él. Junto con esta creencia de muerte el paciente mantiene una idea de inmortalidad, como si se hubiera convertido en un "alma en pena". Las mentes de los enfermos les juegan una mala pasada, haciéndoles creer que se encuentran en un extraño estado zombie. Se trata en efecto de un delirio relacionado con depresiones graves, aunque también se ha observado como síntoma menor en pacientes aquejados de otras enfermedades, tales como la esquizofrenia. La realidad distorsionada a la que se enfrentan estos pacientes es tremenda.La literatura científica ha relacionado la existencia del síndrome de Cotard con problemas en la amígdala y otras estructuras límbicas del cerebro (encargadas de las respuestas emocionales), además de otras zonas como el lóbulo parietal. Incluso se ha observado que en algunos pacientes, esta extraña enfermedad podría tener que ver con los efectos secundarios de algunos fármacos, como el valaciclovir. 

Las personas con Cotard tienen una negatividad extrema que los llevan a negar las cosas más obvias.Todavía no se sabe a ciencia cierta qué causa el síndrome de Cotard.Una de las hipótesis más aceptadas es la del experto australiano en ciencia cognitiva Max Coltheart. "Él dice que se requieren dos factores para tener este tipo de delirio", explica Ramírez. "El primero es una anomalía neurobiológica que produce mecanismos neuropsicológicos alterados y que lleva a una experiencia subjetiva altamente anormal". Como por ejemplo la pérdida de la memoria emocional que hace que el paciente experimente una falta extrema de familiaridad con una situación de su vida, su cuerpo o su identidad. "También se requiere de una falla de los mecanismos lógicos que se conoce como el sistema de evaluación de creencias; porque una persona puede tener problemas de despersonalización, pero no llegar a la conclusión de que está muerta", agrega el psiquiatra.

 

¿Es posible curar a estos muertos vivientes? Existen casos en los que mediante tratamiento farmacológico se han conseguido reducir los síntomas, gracias al uso de medicamentos antidepresivos y antipsicóticos. Sin duda, el síndrome de Cotard es una de estas enfermedades en las que la realidad supera a la ficción.

 

Principales Sintomas del Síndrome de Cotard

 

  • Depresión

  • Pensamientos suicidas

  • Creencia que no existe su cuerpo. Es un delirio el paciente cree estar viviendo algo de forma real cuando solo se da en su imaginación

  • Creencia que se están quedando sin sangre

  • Pensamientos negativos

  • Creencia que ya están muertos,c on delirios olfativos ellos incluso huelen que se están pudriendo

  • Creencia que los gusanos están bajo su piel

  • Creencia que son inmortales

  • Creencia que se están descomponiendo

  • Creencia que no tienen órganos internos

  • Analgesia o ausencia de dolor

  • Automutilaciones

 

Algunos casos de pacientes:

 

Joven de 18 años se quejaba constantemente de haber perdido sus manos, y pensaba que había sido hechizada.

"Mi corazón dejó de funcionar, siento que mi hígado y estómago se están enfermando, dejaron de funcionar. No siento mi cuerpo desde adentro. No tengo corazón", explicaba la mujer.

 

Hombre de 78 años que se negaba a ser hospitalizado porque "ya estaba muerto".

"Estoy acabado, no tiene sentido que me traten", decía el hombre.

"Me siento como un autómata, como si el mundo no existiera, estoy completamente eliminado", se lamentaba más tarde.

 

Paciente se llama Graham, tiene 48 años y un buen día de 2004 se levantó de la cama con la convicción de que había fallecido. Unos meses antes había intentado suicidarse por electrocución, metiendo un cable de la luz en la bañera, y el episodio le provocó una depresión que desembocó en el síndrome de Cotard.

"Es difícil de explicar", asegura. "Me siento como si mi cerebro ya no existiera. Les insistía a los médicos que las pastillas no iban a funcionar porque yo ya no tenía cerebro. Me lo freí en la bañera". Su estado alcanzó tal extremo que Graham salió un día de su casa y se dirigió al cementerio para quedarse. "Solo sentía que debía estar allí", explica. "Era lo más cerca que podía estar de la muerte". 

 

 

 

 

El señor Jesús Ramírez, especialista del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México informa: 

Si bien hoy en día no hay un tratamiento específico para el síndrome de Cotard, existen terapias universales que pueden aplicarse con éxito en estos pacientes. "Primero hay que tratar la enfermedad de base", advierte Ramírez. Es decir, si el paciente tiene una enfermedad cerebrovascular, párkinson o alguna infección, esto es lo primero que hay que atacar. Luego, muchos son sometidos a terapias interpersonales y psicoterapia cognitivo conductual. "Uno de los problemas más graves que ocurren en este fenómeno es el estado de aislamiento grave que hace que la persona esté completamente distanciado del fenómeno vital de la relación humana", señala el experto. Y es aquí donde el clínico tiene que acercarse para reconstruir esos puentes.

 

 

 

Referencias- Cibergrafía

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